lunes, 14 de febrero de 2011
SAN VALENTIN, PATRONO DE LOS ENAMORADOS
Hay que remontarse al año 270.
Con tu corazón de enamorado, te es fácil entusiasmarte con la vida de tu patrono.
Si para las diversas realidades de la vida existe un patrono, no podía faltar uno para lo más bello de la creación: el amor humano entre hombre y mujer.
Claudio II "el Gótico" y su policía vigilaban sus andanzas.
Tan bruto era este mal emperador que llegó hasta prohibir lo más natural que existe en el mundo: el amor entre los humanos.
No quería bodas sino soldados para defender los espacios amplios de su imperio. Nada de casados. Quería solteros y sólo solteros.
Ante estas circunstancias inhumanas, Valentín, obispo de Interamna Nahartium (hoy Terni en Umbria el estado en donde está la ciudad de Asìs - Italia) , no tuvo miedo en confesarse creyente, y es más, se entregó por entero a las parejas.
Las visitaba en secreto para casarlos lejos de la mirada de los crueles súbditos del emperador.
La voz de Valentín corría como el viento por las orillas del Tibet y de las colinas romas.
Los jóvenes, valientes y decididos a formar una familia, acudían a él para recibir el sacramento.
Les hablaba, les escribía cartas de amor y con su simpatía y su bella juventud, se traía de calle a todos los enamorados.
ALGO ORIGINAL EN LA CÁRCEL
Valentìn fue encarcelado por segunda vez bajo Aureliano, que sucedió a Claudio II "el Gótico".
Mientras estuvo en la cárcel esperando su muerte, el carcelero se dio cuenta de sus buenas cualidades.
Le presentó a su hija Julia ciega de nacimiento.
Valentín le enseñó las primeras letras, los rudimentos del saber y, por supuesto, le habló de Dios. Veía el mundo bello que le presenta el apuesto joven.
Le dijo a la niña que orase a Dios para que le diese la vista. En un momento determinado, le cogió la mano a Valentín y le dijo: ¡”Yo creo, yo creo!” La luz de la prisión le entró por sus inocentes y maravillosos ojos.
El, viéndola feliz, le dijo que mantuviera su fe por encima de todo.
A continuación, tal día como hoy, murió decollado por mano del soldado romano Furius Placidus, a los ordenes del emperador Aureliano y enterrado en la que es iglesia de santa Práxedes, cerca del Coliseo, aunque hoy están en la Basílica de su mismo nombre que está situada en la ciudad italiana de Terni, en donde allí tal dia como hoy la iglesia se llena de parejas, todas aquellas que se casarán el año siguiente.
Por esta razón es patrono de los enamorados, un patronazgo popular en todo el mundo cristiano.
Desde entonces, los romeros que entran en Roma, se dirigen a la Basílica de san Valentín para orar ante su tumba y que les conceda una buena “Valentina” o Valentín”.
Este día pasó con la expansión del cristianismo a otros lugares cuyas fiestas de primavera – paganas- pasaron a tener el sello cristiano.
DETALLE La joven Julia, agradecida y enamorada del santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba.
Hoy – ya se sabe- el árbol de almendras es símbolo de amor y amistad duraderos.
DE AYER A HOY
Hoy, en los albores de las primeras flores de la estación primaveral, todos los enamorados se mandan misivas, se hacen multitud de regalos comprados – muchas veces en los templos del consumo- y no en el supermercado del corazón.
Aunque sean los enamorados los que principalmente celebran este día, sin embargo hoy en día se festeja también a todos aquellos que comparten la amistad, ya sea maestros, parientes, compañeros de trabajo y todo el que siente, tenga la edad que tenga, el olor del amor que, como flor de primavera, nunca debe perder su agradable perfume.
¡Feliz día de los enamorados y de la amistad!
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