El Papa Benedicto XVI presidió la mañana del pasado sábado en la Basílica de San Pedro un Consistorio en el que creó 24 nuevos cardenales, entre ellos cuatro del continente americano. En su homilía recordó que el criterio de grandeza en la Iglesia no está en el dominio ni el poder mundanos, sino en el servicio anclado en el amor de Cristo.
En el rito de creación de los nuevos miembros del Colegio Cardenalicio el Papa leyó la fórmula respectiva, proclamó solemnemente los nombres de los nuevos cardenales y el Cardenal Angelo Amato dirigió unas palabras de agradecimiento al Santo Padre.
Tras el Evangelio Benedicto XVI pronunció una homilía y continuando con el rito los cardenales hicieron la profesión de fe y el juramento de fidelidad y obediencia al Papa y sus sucesores. Seguidamente se arrodillaron ante él para recibir el birrete cardenalicio e intercambiar el abrazo de la paz.
En su homilía, el Papa explicó el especial vínculo de comunión que une a los cardenales con el Sucesor de Pedro en el servicio a Dios y la Iglesia. Se refirió al pasaje evangélico en el que el Señor explica a los Apóstoles que para el ser primero entre los creyentes es necesario colocarse al servicio de los otros y descartar la visión mundana del poder y los honores; y abrazar en cambio la Cruz y la humillación que ésta conlleva.
"¿Cuál es entonces el camino que debe recorrer quien quiere ser discípulo? Es el camino del Maestro, es el camino de la total obediencia a Dios. Por ello Jesús le pregunta a Santiago y a Juan: ¿están dispuestos a compartir mi opción de cumplir hasta el final la voluntad del Padre? ¿están dispuestos a caminar este camino que pasa por la humillación, el sufrimiento y la muerte por amor? Los dos discípulos con su respuesta firme: ‘lo estamos’, muestran que no han entendido el sentido real de esto que les prospecta su Maestro", explicó el Santo Padre.
Tras precisar que "en las manos del Padre Celeste, el hombre no debe calcular, debe simplemente abandonarse a Dios, sin reclamar, conformándose a su voluntad", el Papa Benedicto XVI indicó que la vocación para "estar con Jesús" recuerda "con claridad que todo ministerio eclesial es siempre respuesta a una llamada de Dios, no es nunca fruto del propio proyecto o de una ambición propia, sino que es conformar la propia voluntad a la del Padre que está en los Cielos, como Cristo en Getsemaní".
Cristo, dijo el Papa Benedicto, indica el punto de referencia para todo cristiano: el servicio concretado en la entrega total por amor en la Cruz, en el don de la vida ofrecido como "rescate", como redención por muchos: "es un mensaje que vale para toda la Iglesia, vale sobre todo para quienes tienen como tarea la guía del Pueblo de Dios".
Dirigiéndose a los nuevos cardenales, el Santo Padre señaló que para servir a Dios y su Iglesia es necesario "anclarse radical y más profundamente en Cristo. La relación íntima con Él, que transforma siempre la vida y nos hace decir como San Pablo ‘vivo yo mas no soy yo, es Cristo que vive en mí’, constituye la exigencia primaria para que nuestro servicio sea sereno y alegre y pueda dar el fruto que espera de nosotros el Señor".
El Papa pidió luego rezar por los nuevos cardenales y señaló que mañana domingo, Solemnidad de Cristo Rey, entregará a los nuevos cardenales el anillo cardenalicio.
Seguidamente hizo votos para que Dios sostenga "a los nuevos Purpurados en el esfuerzo de servicio a la Iglesia, siguiendo al Cristo de la Cruz, incluso, si es necesario, hasta la efusión de la sangre, dispuestos siempre, como decía San Pedro en la lectura proclamada, a responder a cualquiera que pregunte por la razón de la esperanza que está en nosotros".
"A María Madre de la Iglesia, confío a los nuevos cardenales y su servicio eclesial, para que, con ardor apostólico, puedan proclamar a todas las personas el amor misericordioso de Dios. Amén", concluyó.
Los 24 nuevos cardenales son: Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos (arriba en la foto)
Antonios S.B. Naguib, Patriarca Copto de Alejandría (Egipto)
Robert Sarah, Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum
Franceso Monterisi, Arcipreste de la Basílica papal de San Pablo de Extramuros
Fortunato Baldelli, Penitenciario Mayor de la Santa Sede
Raymond Leo Burke (Estados Unidos), Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica
Kurt Koch, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos
Paolo Sardi, Vice-Camarlengo de la Santa Iglesia Romana
Mauro Piacenza, Prefecto de la Congregación para el Clero
Velasio de Paolis, Presidente de la Prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede
Gianfranco Ravasi, Presidente del Pontificio Consejo para la Cultura
Medardo Joseph Mazombwe, Arzobispo Emérito de Lusaka (Zambia)
Raúl Eduardo Vela Chiriboga (Ecuador), Arzobispo Emérito de Quito
Laurent Monsengwo Pasinya, Arzobispo de Kinshasa
Paolo Romeo, Arzobispo de Palermo
Donald Williams Wuerl (Estados Unidos), Arzobispo de Washington
Raymundo Damasceno Assis (Brasil), Arzobispo de Aparecida (a la izquierda en la foto)
Kazimierz Nycz, Arzobispo de Varsovia
Alberto Malcolm Ranjith Patabendinge Don, Arzobispo de Colombo
Reinhard Marx, Arzobispo de Munich y Freising
José Manuel Estepa Llaurens (España), Arzobispo Emérito Castrense
Elio Sgreccia, Presidente Emérito de la Pontificia Academia para la Vida
Walter Brandmuller, Presidente Emérito del Comité Pontificio de Ciencias Históricas
Domenico Bartolucci, Ex Maestro Director de la Capilla Musical Pontificia.
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