Cumpleaños del Rector Mayor: el entusiasmo de ser salesiano

También este año los salesianos de la Casa General se reunieron en torno a Don Pascual Chávez, Rector Mayor, con motivo de su cumpleaños. 63 años de los cuáles 52 vividos en la Congregación.

Como es tradición al final de la mañana el Rector Mayor presidió la eucaristía en la capilla de la Casa General. En la celebración participaron todos los miembros de la comunidad salesiana, el superior de la Visitaduría de la Universidad Pontificia Salesiana (UPS) de Roma, padre Joaquim D’Souza; el rector de la Universidad, padre Carlo Nanni; los Directores de las comunidades de San Calixto y san Tarcisio, el padre  Diredon Elio Torrigiani y el padre Maurizio Verlezza; y el director de la comunidad salesiana en la ciudad del Vaticano, padre Pietro Migliasso.

El padre Adriano Bregolín, al inicio de la eucaristía, presentó los augurios a Don Chávez expresándole la cercanía de la Congregación y de la Familia Salesiana, además de agradecerle al Rector Mayor su dedicación. 

En la homilía Don Chávez, recorrió algunas etapas de su infancia y de su vida personal, recordó algunos momentos vividos en la Congregación en el último año, y a la luz de la liturgia del día, ha hecho, referencia al Aguinaldo del 2010: “Hemos pedido querer ver a Jesús y lo hemos visto”. 

El Rector Mayor después presentó los diversos momentos que caracterizaron este año: el centenario de la muerte de Don Rúa, el encuentro de los obispos salesianos, IV Asamblea Mundial electiva de los exalumnos y Exalumnas de Don Bosco, los terremotos de Haití y de chile, los aluviones en Pakistán las  sombras sobre la Congregación, que junto a la iglesia ha sido objeto de acusas; todos los momentos que han marcado la Congregación, demostrando como la sequela de Cristo requiere empeño y sacrificio.

Con motivo del Aguinaldo 2011 sobre la necesidad de convocar Don Chávez ha recordado su entusiasmo por haber respondido a la vocación salesiana: “Me siento llamado a la vida, a la fe, a seguir a Don Bosco”.

Fuerte, ha sido el llamado del Rector Mayor a vivir con profundidad la conversión: a Dios, con autenticidad la vida consagrada; a Don Bosco, la fidelidad  carismática y al  Sistema Preventivo; y a los jóvenes, con un servicio constante y rico y lleno de amor.