Desde el 23 al 27 de agosto, se desarrolló el Campo Bosco en Ressins, junto a Roanne (Francia). Más de 150 participantes venidos de la red salesiana y fuera de ella.
Estaban presentes una delegación Belga y otra Española. El tema del encuentro: “había una Fe…” con un slogan en honor a Don Bosco: “Hice el proyecto, Ustedes colocarán los colores”.
Durante estos cinco días, los jóvenes han puesto todos los colores de la vida durante las distintas actividades (la danza, juegos, presentaciones, talleres); el tiempo de reflexión había sido dirigido por los dos animadores salesianos: Sor Bénédicte Pitti y el Padre Daniel Federspiel. Ellos testimoniaron con simplicidad y alegría su vocación. Así como los momentos de celebraciones, de rezo, muy festivos y con mucho recogimiento.
Con propuestas adaptadas a la edad, durante estos días, se compartió, en espíritu de familia. Al inicio, el Padre Jean-Marie Petitclerc, director del encuentro, insistió en la idea de “comer juntos”. No se trataba de elegir “lo que a mi me gusta” sino de hacer un esfuerzo por vivir, por ejemplo, un tiempo de celebración, aunque no se conecte muy “espiritualmente”.
Había un efecto de inclusión que, incluso bajo la lluvia, las animaciones deportivas eran apreciadas por los jóvenes. Para el tiempo de reflexión, se organizaron en dos grupos, uno con los jóvenes de 13 a 18 años y otro, con los jóvenes de 18 a 25 años. El tiempo de fraternidad al final de la jornada permitía en pequeños grupos hacer la reflexión sobre el día transcurrido y presentaban el fruto de su trabajo con una velada artística.
Después del Campobosco, mantener un vínculo era lo más importante, sobre todo para los jóvenes que estaban fuera de la red. Así se comunican el uno con el otro por msn o facebook. Se intercambian las fotografías y se acuerdan de los buenos momentos que han pasado juntos.
Se propuso a los voluntarios, un mayor compromiso con el Movimiento Juvenil Salesiano. Éstos se habían comprometido en distintas animaciones durante el Campo Bosco. Para la mayoría de ellos, será la posibilidad de encontrarse de nuevo, en otro momento fuerte como las misas para los jóvenes.
En los 150 años del inicio de la congregación, el proyecto de Don Bosco se transformó, durante este Campo Bosco, en un bonito arco iris donde los jóvenes supieron revelar sus talentos y permitieron hacer crecer la fraternidad en torno ellos.
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